Imagina lo siguiente...
Estás haciendo cola en un supermercado y el proceso de pago va más rápido que nunca. Al acercarse a la caja, se da cuenta de algo. Nadie saca dinero en efectivo. Los clientes pagan con sus smartphones.
Y aunque pagan con sus teléfonos móviles o tarjetas de crédito, están más que dispuestos a guardar el recibo digitalmente en su cartera. ¿Eficiencia digital? Pues sí.
Los recibos digitales están sustituyendo rápidamente a los tradicionales recibos de papel y aumentando la comodidad de las compras tanto en la tienda como en el comercio electrónico. Y sí, no deberías perderte esta tendencia.
Paso 1: Pago
El cliente completa su compra, ya sea en la caja o en el autoservicio.
Paso 2: Elegir el recibo
En la caja, la conocida pregunta "¿Desea un recibo?" se actualiza. En lugar de responder simplemente sí o no, se pregunta al cliente: "¿Desea un recibo en papel o digital?". ¿Cuántas veces rechazamos los recibos de papel por considerarlos innecesarios o poco prácticos? Sin embargo, cuando se nos da la opción de guardarlos digitalmente, la decisión cambia.
Paso 3: Escanear el código QR
Se pide al cliente que escanee un código QR, que se muestra en el terminal de pago o en una pantalla cercana. Con un rápido escaneo a través del smartphone, el cliente puede visualizar inmediatamente su recibo en la pantalla: rápido, digital y 100% conforme a las normas fiscales.
Paso 4: Guardar el recibo
Con un solo clic, el cliente tiene la opción de guardar el recibo digital en su Apple Wallet, Google Wallet o incluso en la aplicación web del comercio. Sin caos de papel ni complicaciones, solo una transacción fluida y respetuosa con el medio ambiente. Esto también crea un punto de contacto omnicanal que permite a las empresas interactuar con los clientes a través de múltiples plataformas. Obtenga más información sobre cómo puede fidelizar a sus clientes con SMART BILL de efsta.
Un camino más inteligente hacia el futuro
Los recibos digitales no sólo son cómodos, sino que también abren el camino a un sinfín de oportunidades comerciales y de participación de los clientes. Para los clientes, ofrecen una forma sencilla de gestionar sus compras, mientras que las empresas ganan valiosos puntos de contacto.